EL MINISTRO DE TRABAJO JUAN MANUEL PUSINERI SOSTUVO QUE LA PROPUESTA NO ESTÁ ENTRE LAS PRIORIDADES POR EL CONTEXTO Y ACLARÓ QUE TODAVÍA NO LLEGÓ A LA MESA DE DEBATE CON SINDICATOS. DESDE EL SECTOR EMPRESARIO PONEN EN DUDA QUE PUEDA APLICARSE EN EL CORTO PLAZO EN ARGENTINA
En línea con lo que ya manifestó el ministro de Trabajo de la Nación Claudio Moroni, su par santafesino Juan Manuel Pusineri consideró que no es momento de implementar una reducción diaria o semanal en las horas de trabajo. “Lo urgente en este momento es recuperar empleos”, señaló. Si bien los proyectos generaron ruido mediático, tanto desde el gobierno provincial como desde sectores privados de la región reconocieron que el tema todavía ni siquiera comenzó a formar parte de la agenda prioritaria de debate.
Se trata de dos iniciativas propuestas por el diputado nacional Hugo Yasky y la diputada Claudia Ormaechea, ambos alineados al oficialismo. El primer proyecto propone que la extensión laboral diaria no exceda las ocho horas o las cuarenta semanales. El segundo señala que la jornada no puede superar las seis horas por día o las treintiseis por semana.
Más allá de las diferencias en la letra chica de los textos, la esencia de ambas iniciativas recibió el apoyo de referentes políticos cercanos al ámbito sindical. Pero las expectativas por llevar adelante su tratamiento parlamentario comenzaron a toparse con la postura de los funcionarios del propio gobierno nacional.
Hace pocos días el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, fue consultado respecto al tema y respondió que “no es posible reducir la jornada laboral con igual salario” ya que muchas pymes no estarían en condiciones de hacerlo. Esta semana, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, coincidió en bajarle el pulgar a la iniciativa al considerar que no generará más empleo y que además “lo que hace es aumentar las horas suplementarias”.
La prioridad es otra
Consultado por El Ciudadano, el titular de la cartera laboral de la provincia, Juan Manuel Pusineri se pronunció en línea con los funcionarios nacionales. No descartó la posibilidad de dar lugar a la discusión, pero dejó en claro que la prioridad en este contexto es revertir los datos de desempleo en Santa Fe y aprovechar la recuperación de ciertos sectores para generar trabajo.
“No tenemos en el ámbito del ministerio de Trabajo de la provincia planteos relacionados con sectores empresarios o sindicales que hayan traído la cuestión de la reducción del empleo ni tampoco conocemos empresas que estén intentando implementarlo en la provincia”, manifestó.
De hecho agregó que en los últimos días participaron en instancias del Consejo Económico y Social con sindicatos, empresas y asociaciones civiles y la iniciativa no estuvo en la agenda del debate.
En ese sentido, consideró: “El debate más urgente que tiene Argentina, más que el de la reducción horaria es el de seguir fortaleciendo y trabajando desde las políticas públicas para la recuperación del empleo que se está verificando en este momento”.
El optimismo del ministro provincial se funda en los últimos datos que reflejó el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec). Los indicadores destacaron un crecimiento del 12,2% interanual en la actividad económica y un 11,3% de mejora en el acumulado del año. Todos los rubros mostraron una variación positiva, pero se destacó la evolución del gas industrial, que creció 47,1% en forma interanual, en sintonía con el crecimiento de la industria.
Ante esta mejora y el efecto positivo que puede llegar a provocar en el mercado laboral, Pusineri agregó: “Creemos que hay un margen muy amplio todavía para seguir recuperando el empleo perdido, no solo durante la pandemia, sino el empleo perdido durante los cuatro años de gobierno anterior, que tuvo una política económica que destruyó empleos industriales que hoy se están recuperando”.
Por el momento no parece estar entre los temas a tratar ni mucho menos a implementar en el territorio provincial, aunque el funcionario no le bajó el pulgar a la propuesta definitivamente. “Es un tema en análisis, no solo en argentina sino también en el mundo. Requiere un proceso de estudios, pero no sería bueno que la reducción de la jornada laboral se dé acompañada de horas suplementarias o de una reducción salarial”, analizó.
Desde otro área del gobierno provincial prefirieron no expresarse acerca del tema aunque dejaron en claro ante este diario que la iniciativa se trata de “una propuesta de campaña” y de temas “inviables para nuestra economía y para las pymes”.
La propuesta no seduce al sector empresarial
Esta lógica no es exclusividad del gobierno de la provincia. Es que desde los sectores que mantienen contacto casi permanente con empresarios o trabajadores del sector privado se repite el argumento de que no es el mejor momento para implementar la reducción de la jornada laboral.
Uno de los más categóricos en ese sentido, fue el presidente de la Asociación Empresaria de Rosario y vicepresidente segundo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, Ricardo Diab.
En primer lugar ratificó que el tema todavía no está en discusión en ninguna de las dos entidades que integra, pero dejó en claro su posición al respecto y sentenció: “No lo veo factible por ahora”.
Por su parte, el abogado laboralista Jorge Elías compartió su percepción a partir de la realidad que atraviesan los trabajadores y explicó: “La gente quiere trabajar más para ganar más, porque no le alcanza”.
Reconoció que es un planteo que puede cobrar relevancia a futuro pero no en el contexto actual. De hecho mencionó que puede generar un enfrentamiento “inoportuno” entre trabajadores y las patronales.
También explicó que si las y los empleados van a trabajar menos horas, “muy probablemente haga falta que ese tiempo disponible se llene”, lo que demandaría pagar horas extra o contratar a más empleados y afrontar las cargas patronales.
“A la gente en general no le importa trabajar mucho o poco, quieren ganar plata. La jornada de ocho horas como objetivo, como anhelo, se ha perdido, la gente quiere trabajar lo más posible, por las necesidades, y por una situación de desesperación de que no sabe cuánto les va a durar el trabajo”, sintetizó Elías.
Por último, el secretario de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), Juan José Sisca, se mostró más receptivo a la idea de abrir el debate, aunque también reconoció que en el sector todavía no se mencionaron detalles acerca de la iniciativa.
En diálogo con este diario deslizó: “Sería importante discutir si la reducción de horas genera mayor formalidad y permite que se implemente un ingreso digno sin hacer perder ninguna de las conquistas de los trabajadores”.
Por ahora, ambos proyectos cobraron mayor relevancia por el debate mediático que por la discusión entre quienes integran el mundo laboral. Tanto desde el Ministerio de Trabajo como desde sectores productivos y empresarios de la provincia coinciden en dos cuestiones: el debate hay que darlo en algún momento y este no es el momento más oportuno para hacerlo.